Un concepto novedoso que mezcla sala y cocina, ya que son los propios cocineros los que acaban y presentan los platos en la mesa. Un despliegue de técnica y creatividad delante del comensal, que observa atentamente sin perderse detalle.
Los gestos contundentes de los chefs contrastan con la calma del interiorismo. Un comedor con tonos neutros, cerezos japoneses, madera y mesas con revestimientos inspirados en las dunas del desierto.
Jugamos con la arquitectura y los elementos para crear zonas privadas y acogedoras para grupos. Contamos con dos espacios apartados: uno con capacidad para 20 comensales y otro con espacio para 46 personas de pie.
Para una intimidad total, disponemos de dos comedores para fiestas privadas. Uno con capacidad para 16 comensales y 45 personas de pie y una sala grande con espacio para 72 comensales y 110 personas de pie.